La Universidad Autónoma de Madrid (UAM) acaba de presentar en la revista Analytica Chimica Acta una investigación en la que varios doctores han desarrollado el diseño de un sensor para detectar altos niveles de cromo en el agua. El cromo es un metal que se encuentra en el medio ambiente en estado de oxidación, y procede de materiales geológicos naturales. Se emplea en numerosas industrias, tales como las del cromado, la fundición de metales, creación de aleaciones como el acero inoxidable, curtido de pieles y de madera.
Como el cromo no es una sustancia biodegradable, esta amplia utilización provoca que esté considerado como uno de los principales contaminantes del agua. Es cierto que las industrias deben cumplir las regulaciones referidas a los vertidos, pero con un mayor control del proceso se podrá evaluar si existen posibilidades de reutilización de los baños y disminuir así la producción de aguas residuales.
El trabajo ha sido producido por Raúl A. Sánchez y dirigido por los doctores Jesús R. Procopio y Mª Jesús Gismera. El sensor se ha probado con resultados excelentes en muestras de suelo que actúan como barreras geológicas de vertederos. La potencialidad de este sistema es que es muy ecónomico y muy fácil de usar, por ello las industrias que no tengan laboratorios importantes o personal experto en técnicas analíticas complejas podrán utilizarlo. Además, la obtención de resultados es muy rápida.